Entre la alimentación y las
emociones existe un complejo vinculo, tal es así que se denomina con frecuencia
a nuestro intestino como nuestro segundo cerebro, pues todo lo que comemos
puede tener su causa en las emociones y de igual manera, nuestra dieta puede
condicionar nuestro estado anímico y emocional.
Muchas veces hemos dicho que
comemos por placer. La comida no sólo tiene una función nutritiva sino que el
acto de comer es placentero, desestresante y por ello, cuando nos sentimos
cansados podemos ir en busca de comida. De hecho dormir poco está relacionado
con la obesidad, pues la falta de sueño genera estrés y se incrementan en
el organismo hormonas que elevan los deseos de ingerir alimentos. Hay alimentos
que ayudan a calmar la ansiedad porque en su composición incluyen grasas, estos
nos relajan al mismo tiempo que nos vuelve más felices. Esos alimentos son por
ejemplo el chocolate, el plátano, las nueces o el yogur.
Según el tipo de alimento que se
ingieras habitualmente tu humor será uno u otro. Las causas alimentarias son
las siguientes:
1)
Bajo nivel de
azúcar en sangre: Un nivel bajo de azúcar
en sangre produce un funcionamiento confuso del cerebro afectando la
disminución de la capacidad mental, como por ejemplo: dificultad para
concentrarse o recordar es una primera señal de un bajo nivel de azúcar en la
sangre y normalmente precede a un cambio de humor.
2)
Aumento del ácido láctico: está presente en
la sangre durante los periodos de mucha actividad física o esfuerzo muscular.
Puede producir ansiedad y cambios de humor.
3)
Disfunciones hepáticas: El hígado desempeña
un papel importante y constante en la absorción de los nutrientes del cuerpo y
en la expulsión de desperdicios. Para desintoxicar el hígado, conviene
abstenerse de azúcar refinada, hidratos de carbono refinados, el alcohol, la
cafeína, los productos lácteos, el pollo, los mariscos y las carnes rojas.
4)
Sistema inmunológico en peligro: El sistema
inmunológico protege el cuerpo de las infecciones y rechaza la enfermedad. Pero
cuando esta agotado, en peligro o con una pequeña cantidad de estrés oxidante
puede causar un cambio de humor.
5)
Intolerancia a algunos alimentos: Las alergias
alimentarías se manifiestas mediante diversas afecciones inmunológicas, por
ejemplo: Infecciones crónicas de los oídos, bronquitis permanente, disfunciones
digestivas agudas, lupus y otras afecciones auto inmunológicas.
¿CÓMO SE PUEDE DESCIFRAR EL LENGUAJE DE LAS EMOCIONES?
Para entender el lenguaje de las
emociones es bueno utilizar las dos partes de la mente: la razón para entender
y relacionar ideas y la intuición e imaginación para poder llevar a cabo lo que
el cuerpo nos pide, y así podremos
comprender el lenguaje simbólico que nos propone.
SI NOS PARAMOS A ESCUCHARNOS SABREMOS LO QUE REALMENTE
NECESITAMOS.
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